miércoles, 30 de septiembre de 2015

La crisis según Einstein

“El inconveniente de las personas y los países, es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar para superarla.”
 La crisis según Albert Einstein

¿Qué pasaría si la crisis se convirtiera en la excusa perfecta para no hacer nada? Oigo constantemente hablar de lo mal que está la vida y se repite una y otra vez “esto es lo que hay”, sin embargo, no se repite esa frase para aceptar que tu vida ha cambiado, tus valores, tus preferencias, más bien se dice una y otra vez para lamentarse por no poder hacer nada más por superarse uno mismo. Nos hemos encargado de culpar a  nuestro entorno de todas las desgracias que ocurren para sentirnos unas pobres víctimas sin voz, ni voto, ni poder de acción.
Y sin embargo, sigue habiendo personas dispuestas a luchar con unas nuevas normas, dejando atrás lo que en su día fueron sus preferencias o deseos, porque todo es nuevo, así que toca cambiar la visión de la vida, adaptarse y evolucionar, y lo que antes te servía tal vez hoy sea tan solo un estorbo para tu propia evolución.
A veces estamos tan cansados de oír penas y lamentos que parece que ya no somos capaces de estremecernos por nada, porque escuchamos las mismas historias una y otra vez pero en caras distintas, algunos han dejado de pelear por vivir rindiéndose en su victimismo, resignándose y diciendo que nada más podemos hacer…y aunque hagamos algo, nada bueno va a salir… Cada vez que ando por el pueblo y veo a las mismas personas, con los mismos carteles abogando por su nacionalidad, por su triste situación, y pidiendo una ayuda, la que sea, me dan ganas de agarrarlos del brazo, levantarlos y decirles ¿no ves que mientras sigas aquí nada va a cambiar? Muévete, piensa, actúa, equivócate, cambia tu meta, no te conformes con tener hoy para comer, avanza! Y si quieres yo te ayudo! Sé que su problema no es no tener trabajo, dinero o casa sino más bien que perdió la fe y se rindió a lo que él o ella llamaron su mala suerte. Me encantaría que hubiera un programa especial para ese tipo de personas que se perdieron en el camino.
Estamos en tiempos de ayudarnos unos a otros, apoyarnos, empujarnos y dejar de pensar que alguien vendrá a salvarnos, ya que si estamos unidos, todos saldremos adelante. Hace un par de semanas emprendí lo que a mí me pareció una cruzada: mi amiga Pili andaba desesperada por comprar los libros de sus hijas de 1º y 2º de Primaria, la suma de los libros ascendía a más de 400 euros con lo cual le resultaba imposible en su situación, desprenderse de ese dinero en un mismo mes, ni siquiera partiéndolo en dos meses, pero estaba decidida a encontrar una solución, abogó por una ONG la cuál valoró su situación y no entraba en sus parámetros el ayudarla en este momento, por lo cual, harían una valoración y después más adelante la darían una contestación. Teniendo en cuenta que ya han empezado las clases, resulta un poco frustrante el tener que esperar una contestación que podría no ser la que le gustara.
Intenté ayudarla y publiqué su situación en Facebook, añadiendo la lista de los libros de texto y una librería donde estaban reservados, pidiendo que si alguien podía ayudara dejando dinero en su reserva, y quizás y con suerte, se le podría hacer más pequeña la cantidad de dinero de la que tendría que desprenderse para comprar los libros. La respuesta fue asombrosa, jamás imaginé ni en el mejor de mis sueños o deseos, que sus niñas al llegar el viernes de esa misma semana tuvieran todos los libros en sus manos. Personas desconocidas volcándose por la estabilidad y la felicidad de unas niñas, haciéndolas sentirse iguales a los demás, sin tener que esperar dos o tres meses para ponerse al día con todos sus libros,  al igual que sus compañeros. No solo a las niñas, sus padres se quedaron casi sin palabras, no podían entender la magnitud de aquella acción, fue una maravillosa experiencia, de cómo es imposible perder la fe, las ganas de seguir viviendo, es imposible dejar de luchar, no se trata de que si eres bueno te saldrán bien las cosas, se trata de no dejarte llevar por la negatividad y el desaliento, y si en algún momento arremete contra ti, no le dejes quedarse lo suficiente como para que cale en tu alma, en tu mente o en tu corazón.
No se trata de que te den lo que te falta, se trata de vivir con la certeza de que siempre encontrarás soluciones a tus problemas y nunca dejar de buscarlos. Más allá de tu mirada hay soluciones, no siempre puede que sean las que te gusten, pero son soluciones, aprendamos a vivir de otra manera.
En el caso de mi amiga Pili obtuvo el resultado que deseaba, incluso habiendo gente que intentara que no le saliera bien, pues hay quien vino a la papelería a decir que todo esto tenía que pararse, pero ya no fue posible, el asunto ya estaba resuelto. No se puede una enfadar con quien no ve un milagro, vivimos demasiado condicionados, que cada una mire y vea en la vida lo que sea capaz de entender.


Y mientras, sigamos todos mirando al horizonte, sin jamás juzgar qué es lo que puede estar allí, vayamos y ya descubriremos.



Patricia Pérez

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