Normalmente es motivo de alegría la
apertura de nuevos establecimientos en Aranjuez. Suelen crear, además de riqueza,
puestos de trabajo, pero en este caso la alegría se torna en tristeza.
Me
explico:
La puesta en funcionamiento del nuevo
súper municipal (y vais a permitir que así lo llame) trae consigo dos parados
más y un cambio de modelo de algo que funcionaba bien y era beneficioso para
Aranjuez, para sus vecinos y para todas las personas que lo estaban pasando
mal.
Estoy siendo irónico, pues no me refiero
a la apertura de un nuevo supermercado, sino al cierre encubierto del Comedor
Social de Aranjuez, que desde su creación ha estado gestionado magistralmente
por las monjitas de San Jose, en concreto por Sor Virginia. Para ellas va mi agradecimiento
y mi enhorabuena.
Hace unos días, la concejal de Servicios
Sociales del Ayuntamiento de Aranjuez ha firmado un nuevo convenio para que la naturaleza
del Comedor Social cambie. Este acuerdo cierra la cocina del Comedor y por
tanto trae consigo dos graves consecuencias: mandar al paro a los dos trabajadores que se
ocupaban de la cocina y que los usuarios del Comedor dejen de comer caliente a
diario.
Según el convenio suscrito, una vez a la
semana los usuarios podrán recoger alimentos no cocinados para que los preparen
ellos mismos en casa. Esto puede derivar en actos indeseables como que se
comercialice con los productos recibidos. Aunque no lo crean, estas cosas suceden.
La nueva fórmula de entrega de recursos,
es la misma que se sigue en el Banco de Alimentos de Cruz Roja y también en un
programa de alimentos no perecederos de la propia Casa San José.
Ahora el Comedor Social pierde su
función principal y hasta el sentido de su nombre. Enhorabuena ¡Habéis
conseguido cargaros este proyecto!
La denominación Comedor Social es dada a
una organización pública o privada de beneficencia que da de comer gratis, o por
una pequeña contribución, a personas de escasos recursos y que suele funcionar
en coordinación con organismos públicos y con los bancos de alimentos. Este tipo de comedores son apoyados a su
vez por organizaciones caritativas sin ánimo de lucro. ¿Se puede seguir
llamando a este proyecto Comedor?
La verdad es que a todas las personas
que estuvimos cerca en la creación de este comedor nos duele en el alma la
decisión del Gobierno Socialista de eliminar de un plumazo esta iniciativa,
máxime cuando se hace por puro sectarismo.
Es muy importante que no se cierre,
puesto que fue creado hace unos años para intentar paliar las necesidades
básicas de decenas de ribereños. Este programa solucionó muchas dificultades a
familias enteras, al menos aminoraba la preocupación de cientos de personas que
lo estaban pasando mal por la crisis al tener asegurado el sustento diario.
Todo hay que decirlo, el Comedor Social
fue aprobado en Pleno por iniciativa de Izquierda Unida y apoyado por los votos
del Partido Popular. Solo el PSOE de Aranjuez votó en contra. Por eso ahora
quizás lo quieren cerrar o convertir en otra cosa, porque nunca creyeron en
este proyecto.
Aún no entiendo cómo se puede votar en
contra de hacer el bien para la ciudad. Es infame estar en contra de que las familias más
necesitadas fueran derivadas desde Asuntos Sociales para que tuvieran algo que
llevarse diariamente a la boca.
Con la ayuda y el respaldo de la, por aquel
entonces, Concejal de Asuntos Sociales, Esperanza Saavedra, los Servicios Sociales,
las monjitas de la Caridad, Ibercaja y las donaciones de muchos vecinos, supermercados,
empresas e instituciones se creó este Comedor Social que era patrimonio de
todos.
Hoy me encuentro con esta noticia de
cambio y siento la necesidad de hacerme eco de las muchas voces de usuarios que
me paran por la calle y me dicen que ya está bien de destruir, que aquí se
trata de sumar, no de restar, que no hay que eliminar servicios que persiguen
el bienestar común.
A mí esta decisión de la Alcaldesa
Moreno y de su Concejal Montserrat García me parece una barbaridad y ellas y
sus conciencias sabrán los verdaderos motivos de sus actos.
Desde que votaron en contra de la
creación de este Comedor han intentado poner palos en las ruedas del mismo y reflexionando
sobre los cambios que se están produciendo me hago una pregunta a la que no
encuentro respuesta: ¿Por qué?
Si una cosa funciona bien, si es
apreciada por la gran mayoría de los ciudadanos, si está haciendo una gran
labor social... ¿Por qué se decide cambiarla? ¿Simplemente porque desde un
principio la idea no se compartía? ¿Cambiar la formula que tan buenos
resultados ha dado no es intentar dejar morir el proyecto?
Yo equiparo este lamentable hecho con el
mercadeo de leyes en el Congreso de los Diputados:
Unos las hacen y las aprueban, a veces se
intentan mejoran las existentes, luego llegan otros y las derogan, y vuelta a
empezar.
Nunca nadie piensa en el bien común,
sino en sus propios intereses.
Desde hoy, para mí, el Comedor Social, un
gran proyecto, pasa a ser el Súper Social debido al sectarismo de un grupo de
personas que nos gobiernan con cortedad de miras y nula sensibilidad.
Ex Concejal de Seguridad, Tráfico y Movilidad
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