lunes, 5 de octubre de 2015

¿Para qué piscinas teniendo el Tajo?

La situación que estamos viviendo en Aranjuez con las piscinas municipales es de traca.
Sumemos al ya endémico problema de la piscina de verano del Agustín Marañón y sus eternas pérdidas, como si de una anunciante de Tena Lady se tratase, la clausura durante años de la piscina cubierta del mismo polideportivo por una avería que cuesta un ojo de la cara reparar y  la reciente rotura de la piscina de Olivas debido a la tormenta de verano que se llevó por delante medio Aranjuez.
Echamos la vista atrás, refrescamos la memoria y nos damos cuenta de que Aranjuez es un desastre.
Siendo concejal de deportes la actual Alcaldesa, Cristina Moreno, se clausuró la piscina del Agustín Marañón. En público se decía que iba a ser algo temporal, pero lo cierto es que por aquel entonces las arcas públicas no aguantaban los 200.000 euros anuales (y eso que cobraban tasa de la basura) que se llevaba por delante el mantenimiento de aquel vetusto recinto y el PSOE no tenía demasiadas intenciones de reabrirla.
Llegó el PP y el socialismo hizo caballo de batalla de unas fotos de la piscina cubierta llena de palets, prometiendo en las elecciones municipales que en cuanto pudieran reabrirían la piscina para goce y disfrute de los vecinos del Nuevo Aranjuez.
Después se ha podido leer en entrevistas en medios informativos locales que la intención de este nuevo gobierno es reconvertir la piscina donde casi todo Aranjuez hemos aprendido a nadar en una nueva cancha multiusos. De nuevo el PSOE y su doble discurso salta a la palestra.
Más sangrante aún es el caso de Las Olivas, un polideportivo construido también en tiempos de Dionisio y que contravino toda la ideología de la izquierda al haberse construido con dinero público para después ceder su gestión a una empresa privada. Ni el mayor de los liberales hubiera soñado con tamaña proeza.
Nació ya viciado el proyecto y con multitud de tara. La mano de David Marjaliza el Púnico planeaba sobre unas obras presupuestadas en unos 13 millones de euros que pasaron a costar 16,5 millones de euros, un 29% más de sobrecoste que no pasó inadvertido para el Tribunal de Cuentas que hizo gran hincapié en lo oscuro de ese contrato que cuesta al Ayuntamiento casi medio millón de euros al año más el consumo de agua, luz y gas. Un negocio en toda regla (para la empresa adjudicataria) que el Gobierno popular anterior intentó subsanar de raiz rescindiendo el contrato.
Llegaron sindicatos y partidos de la oposición hablando del futuro de los trabajadores de este polideportivo, de que el PP quería cerrar las instalaciones y dejar a Aranjuez sin piscina en aquel rincón entrañable de Olivas. Eran otros tiempos, camaradas.
Hoy, a octubre del 2015, nos enteramos de que la piscina de Olivas no abrirá sus puertas hasta el verano que viene debido al derrumbe de su cubierta y que los padres que llevan a natación a sus niños tienen la única alternativa de utilizar las instalaciones privadas del colegio Litterator si quieren continuar con esta actividad deportiva.
También parece ser, según información aparecida en algunos medios de comunicación, de que planea un ERE sobre los trabajadores de Olivas que pasarán a engrosar las malas cifras del paro registrado en septiembre en Aranjuez (182 personas más).
Llama la atención que fueron 195 parados de larga duración los que encontraron trabajo en el Ayuntamiento de Aranjuez el último año de legislatura popular y que ahora pierden su empleo 180 personas de una tacada. El proyecto o Marca Aranjuez que nos vendió Cristina Moreno y su equipo no hablaba de estas cosas. Tampoco hablaba de recuperar la tasa de la basura, pero bueno.
Imagino que el PSOE, que ha anunciado que derogará los programas de colaboración social que servían a mucha gente para sentirse útiles a la sociedad y para aprender un oficio y que eran tachados de esclavismo encubierto, estarán ya buscando una alternativa de calidad para que el drama de esas familias en paro sea mitigado de cara a Navidad.
No se limitarán, como están haciendo, en externalizar servicios como el Comedor Social o la Oficina de Turismo. Esto sería un despilfarro que las arcas municipales no pueden aguantar y una política muy poco progre por su parte.
Volviendo al tema: Si nadie lo remedia, los 9 trabajadores de Las Olivas también irán a la calle. ¿Qué más darán 182 que 191 parados? ¿Alguien ha levantado la voz sobre este asunto? ¿Algún medio, partido o sindicato? ¿No saca CCOO e UGT notas de prensa como en aquel 2013? ¿Ya no es imprescindible para los líderes de opinión contar con dos piscinas públicas en Aranjuez? ¿Y al menos con una de ellas?
Quizás hablaba de esto Cristina Moreno cuando aseguró que su mayor reto esta legislatura era volver a bañarse en el Tajo. Sin piscinas, puede que el río sea nuestra única alternativa.
Parece ser que a quien Dios se la da, San Pedro se la bendiga y que aquí cada uno va a lo suyo.
En este juego político de tasas de basura de quita y pon, de polideportivos cerrados, de piscinas sin cubiertas y de ribereños en paro se debate Aranjuez bajo el mandato socialista.
Sin ideas, sin alternativas, al ralentí, pero cobrando por ello sin rubor alguno.

Alguno dirá que solo llevan 100 días. Y yo digo muy bajito... ¡pues menos mal!



Javier Lindo Paredes

Concejal del Partido Popular

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