“El
inconveniente de las personas y los países, es la pereza para encontrar las
salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una
rutina, una lenta agonía. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno,
porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y
callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no
querer luchar para superarla.”
La crisis según Albert Einstein
¿Qué
pasaría si la crisis se convirtiera en la excusa perfecta para no hacer nada?
Oigo constantemente hablar de lo mal que está la vida y se repite una y otra
vez “esto es lo que hay”, sin embargo, no se repite esa frase para aceptar que
tu vida ha cambiado, tus valores, tus preferencias, más bien se dice una y otra
vez para lamentarse por no poder hacer nada más por superarse uno mismo. Nos hemos
encargado de culpar a nuestro entorno de
todas las desgracias que ocurren para sentirnos unas pobres víctimas sin voz,
ni voto, ni poder de acción.
Y
sin embargo, sigue habiendo personas dispuestas a luchar con unas nuevas
normas, dejando atrás lo que en su día fueron sus preferencias o deseos, porque
todo es nuevo, así que toca cambiar la visión de la vida, adaptarse y
evolucionar, y lo que antes te servía tal vez hoy sea tan solo un estorbo para
tu propia evolución.
A
veces estamos tan cansados de oír penas y lamentos que parece que ya no somos
capaces de estremecernos por nada, porque escuchamos las mismas historias una y
otra vez pero en caras distintas, algunos han dejado de pelear por vivir
rindiéndose en su victimismo, resignándose y diciendo que nada más podemos
hacer…y aunque hagamos algo, nada bueno va a salir… Cada vez que ando por el
pueblo y veo a las mismas personas, con los mismos carteles abogando por su
nacionalidad, por su triste situación, y pidiendo una ayuda, la que sea, me dan
ganas de agarrarlos del brazo, levantarlos y decirles ¿no ves que mientras
sigas aquí nada va a cambiar? Muévete, piensa, actúa, equivócate, cambia tu
meta, no te conformes con tener hoy para comer, avanza! Y si quieres yo te
ayudo! Sé que su problema no es no tener trabajo, dinero o casa sino más bien
que perdió la fe y se rindió a lo que él o ella llamaron su mala suerte. Me
encantaría que hubiera un programa especial para ese tipo de personas que se
perdieron en el camino.
Estamos
en tiempos de ayudarnos unos a otros, apoyarnos, empujarnos y dejar de pensar
que alguien vendrá a salvarnos, ya que si estamos unidos, todos saldremos
adelante. Hace un par de semanas emprendí lo que a mí me pareció una cruzada:
mi amiga Pili andaba desesperada por comprar los libros de sus hijas de 1º y 2º
de Primaria, la suma de los libros ascendía a más de 400 euros con lo cual le
resultaba imposible en su situación, desprenderse de ese dinero en un mismo
mes, ni siquiera partiéndolo en dos meses, pero estaba decidida a encontrar una
solución, abogó por una ONG la cuál valoró su situación y no entraba en sus
parámetros el ayudarla en este momento, por lo cual, harían una valoración y
después más adelante la darían una contestación. Teniendo en cuenta que ya han
empezado las clases, resulta un poco frustrante el tener que esperar una
contestación que podría no ser la que le gustara.
Intenté
ayudarla y publiqué su situación en Facebook, añadiendo la lista de los libros
de texto y una librería donde estaban reservados, pidiendo que si alguien podía
ayudara dejando dinero en su reserva, y quizás y con suerte, se le podría hacer
más pequeña la cantidad de dinero de la que tendría que desprenderse para
comprar los libros. La respuesta fue asombrosa, jamás imaginé ni en el mejor de
mis sueños o deseos, que sus niñas al llegar el viernes de esa misma semana
tuvieran todos los libros en sus manos. Personas desconocidas volcándose por la
estabilidad y la felicidad de unas niñas, haciéndolas sentirse iguales a los
demás, sin tener que esperar dos o tres meses para ponerse al día con todos sus
libros, al igual que sus compañeros. No
solo a las niñas, sus padres se quedaron casi sin palabras, no podían entender
la magnitud de aquella acción, fue una maravillosa experiencia, de cómo es
imposible perder la fe, las ganas de seguir viviendo, es imposible dejar de
luchar, no se trata de que si eres bueno te saldrán bien las cosas, se trata de
no dejarte llevar por la negatividad y el desaliento, y si en algún momento
arremete contra ti, no le dejes quedarse lo suficiente como para que cale en tu
alma, en tu mente o en tu corazón.
No
se trata de que te den lo que te falta, se trata de vivir con la certeza de que
siempre encontrarás soluciones a tus problemas y nunca dejar de buscarlos. Más
allá de tu mirada hay soluciones, no siempre puede que sean las que te gusten,
pero son soluciones, aprendamos a vivir de otra manera.
En
el caso de mi amiga Pili obtuvo el resultado que deseaba, incluso habiendo
gente que intentara que no le saliera bien, pues hay quien vino a la papelería
a decir que todo esto tenía que pararse, pero ya no fue posible, el asunto ya
estaba resuelto. No se puede una enfadar con quien no ve un milagro, vivimos
demasiado condicionados, que cada una mire y vea en la vida lo que sea capaz de
entender.
Y
mientras, sigamos todos mirando al horizonte, sin jamás juzgar qué es lo que
puede estar allí, vayamos y ya descubriremos.
Patricia Pérez
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