El Rey Felipe VI y su esposa la Reina Letizia estarán el martes día 11 en Aranjuez para presidir la reunión que el Patronato del Instituto Cervantes celebra a puerta cerrada en instancias de palacio.
No todo iban a ser noticias aciagas de lo mal que va el mundo. También hay que regodearse en las cosas buenas de la vida. Pues, cómo no conceder el máximo esplendor a la visita de nuestras queridas majestades a su olvidada, pero siempre tenida en cuenta, Real Villa de Aranjuez. Por fin volvemos a recobrar nuestra identidad de cortijo real.
¡Vasallos enlucid las calles, adornad con sendos pendones y estandartes del Real escudo de Felipe VI y tapad las miserias! Hay que dejar las calles inmaculadas y no escatimar en ornamentos al paso de la comitiva Real. Regalo de sangre azul que traerá sed de justicia ante el azote de la pobreza y el descuido de las calles arancetanas. Su Majestad en un ademán de gracia pondrá fin a la escasez financiera del municipio y ordenará el cese sangrante del trasvase Tajo-Segura, otrora, río solemne que regó el vergel donde se aposentó tan alta nobleza. ¡Ah, que ese no es el motivo de la visita! Quizá entonces traigan un mensaje a la concurrencia digno de ser escuchado,… pues tampoco. ¡Vale! Se trata de una comitiva académica y de personalidades influyentes de la política para no hacer nada cabal. Cabe decir, muy Real también. Todo un despliegue de pompa a puerta cerrada para según he podido comprender poner de manifiesto actividades que nada tienen que ver con lo que les trae aquí. En resumidas cuentas, vienen hacer no sé qué reunión del Patronato del Instituto Cervantes, una celebración que en realidad tendrá lugar como es de recibo en Alcalá de Henares. Será que el Real Sitio sirve muy bien de atrezo para las ceremonias de cámara, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, el tour Real tiene evocaciones de antesala al gran día de la Hispanidad. Por eso ultiman el acto con un engalanado almuerzo con embajadores iberoamericanos y asistentes de la alta burguesía. Vamos, al más puro estilo club Bilderberg vienen a ponerse las botas de tapadillo. ¿A quién quieren engañar?. En todo caso, será su particular manera de celebrar metafísicamente los acontecimientos desde su visión ilusoria atrincherados en su bastión palaciego. En cualquier caso, el contacto con el populacho será pura coincidencia, así como las grandes apuestas venideras serán sin duda producto de los medios de comunicación.
¿Os imagináis a todos estos preparando informes y desgañitándose el coco para hacer algo? ¡Sí hombre! Vienen a ponerse las botas rodeados de pelotas que se van a partir a reverencias en un evento lleno de protocolos sinsentido para reír las gracias del Rey Desnudo. Todo ello claro, a costa de las tan esquilmadas arcas públicas y a costa de nuestras libertades. En este día habrá un despliegue policial inimaginable. Sí, con toque y salero, pero habrán unas medidas de seguridad semejantes al estado de sitio. No será día para tomar plazas y reivindicar. Es un día en exclusiva para el monarca.
Yo lo tengo claro, ¿quieren conmemoraciones y festividades?, perfecto pero a pico y pala. Nuevo blasón haciendo honor a la modernidad del monarca: escudo Real plus ultra pico y pala.
Carlos Martín (Homer)
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